El pasado hay que dejarlo en el pasado. Eso está claro. Pero cómo se hace cuando, por muy cerrado y enterrado que esté, vuelve en otras formas a atacarte? Cómo se hace cuando no es el pasado lo que regresa por ti, sino la historia?
Parecen, pero no son lo mismo. El pasado son personas, momentos - todo eso que experimentas. Aprendes y sigues adelante. No es fácil, por supuesto, pero cuando toca lo puedes dejar atrás. La historia no. La historia es el relato, todo lo que pasó y cómo pasó. La historia queda para siempre y nada la puede borrar.
Cierras un capítulo, pasas al siguiente, e incluso abres otro libro. Casi todo es nuevo, salvando esas cosas -y personas- que vale la pena conservar. Ganas y también pierdes, como siempre. Pero llega un día, y sin más te das cuenta - tú eres otro, la persona es otra, el lugar es otro, pero estás en la misma situación que hace años. Más claro no puede ser: la historia se repite.
Se puede explicar de cualquier manera. Unos dirán que es lógica - en el fondo sigues siendo el mismo e inconscientemente repites tus mismos errores. Otros dirán que es el destino - que estamos condenados a revivir nuestras vidas. Sea como fuere, es innegable que la historia vuelve para atormentarnos una y otra vez.
Claro, no eres el mismo, has crecido y madurado y en teoría debes poder afrontarlo de mejor manera. Pero en la práctica, ni cerca de ser así.
Ese momento en el que miras alrededor y te encuentras donde una vez estuviste es aterrador. Tus miedos renacen y esa persona que una vez fuiste -y que falló- vuelve a tu cuerpo y te posee. Las inseguridades están tan frescas como las dejaste tiempo atrás. Tus soluciones, pensamientos, sentimientos son los mismos. Coleccionas los errores que antes cometiste. Tan inocente, como si no hubieras aprendido nada.
En estas palabras pretendo explicarme, más no ofrecer una solución. Porque no la tengo. Cómo se supone que vivas otra vez tu vida y la cambies? Cómo vences la historia? Cómo te vences a ti mismo, a quien llegaste a ser? No sé, pero tengo una vaga idea:
A quien llegaste a ser una vez lo vences con quien llegaste a ser ahora. No lo ves, pero sabes que es verdad - ahora puedes.